Presentado en el COP28, el escrito reveló que en los último 37 años cerca de 86 millones de hectáreas de vegetación fueron deforestadas en la selva brasileña.
En las últimas cuatro décadas, tres de cada cuatro hectáreas arrasadas por la deforestación en la Amazonia fueron destinadas a la ganadería, reveló un estudio realizado por la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG) y la red MapBiomas.
La investigación fue presentada durante la COP 28 y muestra que entre 1985 y 2022 desaparecieron cerca de 86 millones de hectáreas de vegetación en la selva brasileña.
Además, el escrito detalló que 66,5 millones de hectáreas se convirtieron en pastos para el ganado y otras 19,4 millones de hectáreas fueron destinadas a tierra agrícolas y a la minería.
Brasil es el país más afectado por la conversión de bosques en pastos, especialmente por el “arco de deforestación”, una zona que se extiende por toda la región dónde no hay vegetación.
En los últimos 37 años que analizó la investigación, los territorios modificados por la acción humana en la Amazonía aumentaron un 169 % y se destruyeron 85 millón de hectáreas de selva.
Deforestación en Brasil
La zona del Brasil contiene en sus fronteras un 61,9 % del territorio amazónico, cuya extensión se redujo un 14 % entre 1985 y 2022.
El segundo país más afectado por la deforestación de la Amazonía es Bolivia, que cuenta con el 8,4 % de los bosques amazónicos y es responsable del 10% de su deforestación.
La selva brasileña está cubierta en un 81,4 % de vegetación natural y el 73,4% corresponde a los bosques que cada vez son más víctimas de la industria ganadera y las empresas mineras.