sábado, mayo 4, 2024

Vitamina B12: para qué sirve y cuáles son sus beneficios para el cuerpo

Para que el organismo funcione correctamente, es indispensable abastecerlo de todas las vitaminas necesarias, como las del complejo B. Dentro de este amplio espectro, podemos destacar a la cobalamina, comúnmente conocida como “vitamina B12”, la cual se encuentra en los alimentos de origen animal y tiene un papel clave en la función y el desarrollo del cerebro y las células nerviosas.

Esta vitamina tiene un llamativo modo de actuar. En primer lugar, se une a las proteínas que comemos. Una vez en el estómago, el ácido clorhídrico y las enzimas la liberan nuevamente. A partir de ahí, la vitamina B12 se combina con una proteína llamada factor intrínseco para que pueda absorberse más abajo en el intestino delgado.
La ingesta diaria recomendada para hombres y mujeres de 14 años es de 2,4 microgramos (mcg) al día. En caso de embarazo y la lactancia, la cantidad aumenta a 2,6 mcg y 2,8 mcg diarios, respectivamente. Sin embargo, si esta cifra se supera no habría ningún efecto adverso.

La vitamina B-12 está relacionada con el ácido fólico (vitamina B-9), los cuales son necesarios para producir purinas y pirimidinas en el cuerpo, los componentes básicos del ADN. Por lo tanto, si alguno de estos componentes disminuye, se genera anemia megaloblástica.

Además, esta vitamina ayuda a convertir la homocisteína en metionina en el cuerpo, evitando que se acumulen niveles excesivos de la primera en el organismo. Un nivel alto de homocisteína aumenta el riesgo de padecer ciertas enfermedades cardiovasculares.

Por su parte, la vitamina B-12 mantiene la cubierta protectora llamada vaina de mielina alrededor de los nervios. No tener suficiente B-12 puede causar daño a los nervios (neuropatía), lo que provoca entumecimiento y sensaciones anormales en la piel.

Hay ciertos factores que pueden causar la deficiencia de esta vitamina. Entre ellos, podemos destacar los siguientes:

Evitar los productos animales: las personas que no comen carne, pescado, aves o lácteos corren el riesgo de sufrir una deficiencia de vitamina B12, ya que sólo se encuentra de forma natural en los productos animales.

Falta de factor intrínseco: la anemia perniciosa es una enfermedad autoinmune que ataca y potencialmente destruye las células intestinales, causando la falta de factor intrínseco, crucial para que se absorba la vitamina B12.

Ácido estomacal inadecuado o medicamentos que causan una disminución del ácido estomacal: se estima que entre el 10 y el 30 % de los adultos mayores de 50 años tienen dificultades para absorber la vitamina B12 de los alimentos, debido a la disminución del ácido estomacal en el estómago.

Cirugías intestinales o trastornos digestivos que provoquen malabsorción: las cirugías que afectan el estómago, donde se produce el factor intrínseco, o el íleon (la última porción del intestino delgado) donde se absorbe la vitamina B12, pueden aumentar el riesgo de una deficiencia.

Medicamentos que interfieren con la absorción: el uso prolongado de metformina, un fármaco comúnmente recetado para la diabetes tipo 2, está fuertemente asociado con la deficiencia de vitamina B12 y niveles más bajos de ácido fólico. Este medicamento, es capaz de bloquear la absorción, lo que puede provocar un aumento de los niveles de homocisteína y un riesgo de enfermedad cardiovascular.

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