viernes, abril 26, 2024

Advierten que el estancamiento del consumo condicionará el incremento de la actividad

La aceleración de la inflación de los últimos meses encendió las alertas e hizo mella en el consumo. De hecho, tal como difundió INDEC el martes, en marzo las ventas en los supermercados se contrajeron (0,1%) de manera interanual por primera vez en diez meses. De todas formas, de cara a los próximos meses, las perspectivas no lucen muy alentadoras. Es por eso que distintas consultoras señalaron que el estancamiento en el consumo podría resentir el crecimiento de la actividad económica.

“Me parece que el consumo se va a mantener estancado. La baja del 0,1% no es muy significativa, pero sí es un estancamiento que impide que el consumo siga creciendo. Y eso me parece que se va a mantener. Quizá sea más volátil: en los meses que en algún sector se otorgue refuerzo de ingresos, aumento de salario mínimo vital y móvil o una actualización de paritaria fuerte, ahí se va a reactivar fuerte el consumo. Porque además no se puede saber cuál puede ser la inflación dentro de dos o tres meses. Por eso, imagino que será una evolución más parecida a un ‘serrucho’, con tendencia a estancarse, que a un crecimiento sostenido”, analizó a Ámbito Nicolás Pertierra, Economista Jefe en el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO).

Este estancamiento en el consumo puede condicionar el crecimiento de la actividad que se había previsto para este año. Según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central, se estima un crecimiento de 3,5% del PBI para este año. El programa con el Fondo, de hecho, prevé una expansión de entre el 3,5% y el 4,5%.

En marzo, la economía se contrajo 0,7% mensual, según difundió el INDEC. Para abril, de acuerdo al Índice General de Actividad que elabora la consultora Orlando Ferreres, se podría esperar un avance del 0,5%. “En cuanto a las perspectivas para los próximos meses no podemos ser optimistas”, remarcaron desde la firma, y explicaron: “La inflación sigue carcomiendo los ingresos y la capacidad de consumo de las familias, y el Gobierno no logra aplicar políticas económicas efectivas para enfrentar la escalada de precios, ni está logrando acumular reservas de dólares, y las metas acordadas con el FMI lucen ya de difícil cumplimiento. En los próximos meses podríamos ver mayores restricciones sobre las importaciones y tensiones en cuanto a la disponibilidad energética. En este contexto es natural anticipar que la actividad entrará en un período de estancamiento”.

En la misma línea, desde LCG señalaron que, “puesto que el consumo representa en promedio 70% del PBI, con una inflación que se acelera, difícilmente esta variable sea el motor de crecimiento durante 2022; especialmente en un contexto donde los incrementos salariales son rápidamente erosionados por la suba de los precios”. Es por eso que desde la consultora proyectan una desaceleración de la actividad en la segunda parte del año, que redundará en un crecimiento de la economía de “no más del 2%” este año. Cifra que respondería, aclaran, al “arrastre estadístico” que dejó 2021.

(Fuente: Ámbito)

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