sábado, abril 27, 2024

¿Por qué las personas que alquilan envejecen más rápido que los que son propietarios?

Un grupo de científicos hizo un estudio al respecto y llegó a la conclusión que las desventajas de pagar una renta no solo es un tema económico, también de salud.

Un grupo de científicos en el Reino Unido constató que alquilar una vivienda, en lugar de ser propietario sin hipoteca, tiene un impacto biológico y está asociado a un envejecimiento más rápido. El estudio fue publicado en el British Medical Journal.

Afortunadamente, aclara, que estos efectos son reversibles y por ello resalta la importancia de desarrollar políticas de vivienda para mejorar la salud de la sociedad.
El estudio, liderado por el Instituto de Investigación Social y Económica de la Universidad de Essex (R.U.), parte de la premisa de que “numerosos” aspectos relacionados con vivienda tienen “un impacto físico y metal”. Como por ejemplo resfriados, hacinamiento, estigma, pero se desconocía hasta el momento cómo ocurría.

Para ahondar en esta cuestión, los expertos contrastaron información epigenética con datos de encuestas sociales e indicadores de envejecimiento biológico captados a través de cambios en el ADN de muestras de sangre.

¿Por qué se envejece más rápido?

Al tener en cuenta otras “circunstancias de vivienda históricas”, constataron también que “los retrasos repetidos en el pago del alquiler o la exposición a “problemas de polución/medioambiente” están asimismo asociados a “un envejecimiento biológico más rápido”.

Por otro lado, no hallaron diferencias entre aquellos que ocupan una vivienda social, que aporta menos esfuerzos económicos y aporta más seguridad de permanencia, de los que son propietarios.

“Nuestros resultados sugieren que las circunstancias problemáticas respecto a la vivienda afectan negativamente a la salud a través de un envejecimiento biológico más rápido. Sin embargo, el envejecimiento biológico es reversible, lo que subraya el importante potencial de los cambios en las políticas de vivienda para mejorar la salud”, exponen los autores.

Sugieren que estos resultados pueden ser relevantes para las políticas de vivienda y sanidad en otros países, sobre todo en aquellos con semejanzas en esos campos.

“Lo que significa ser un inquilino privado no está escrito en piedra, sino que depende de decisiones políticas, que hasta la fecha le dieron prioridad a los propietarios e inversores sobre los inquilinos”, concluyen los expertos.

 

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