El ataque con drones a las refinerías saudíes está lejos de ser un capítulo cerrado. Desde entonces, en los discursos, solo se habla de represalias, respuestas duras y hasta de “guerra total”.
Desde Arabia Saudita llegan mensajes en una sola direccion: “Tenemos pruebas de la implicación de Irán en actos de sabotaje en la región a través de sus aliados”, explica el coronel Turki al Maliki, portavoz de la coalición árabe que bombardea Yemen desde 2015. Desde la capital Saudí, Riad, enfatiza que “los ataques fueron indudablemente patrocinados por Irán”. La clave para el futuro inmediato está en las palabras elegidas.
Por el momento se trata de “pruebas de implicación” o “patrocinio iraní”. Inclusive en boca de militares, son expresiones del mundo diplomático. Por el momento, Arabia no dice explícitamente que los drones partieron desde suelo iraní y que militares iraníes guíaron los ataques. Eso sí sería dar un paso más en la escalada de tensión.
Mientras tanto, en Estados Unidos, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, es más directo. Se refirió a Irán y a un “acto de guerra”.
Es por eso que en Teherán reforzaron la apuesta: Mohammad Javad Zarif, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, advirtió que una agresión a su país derivará en una “guerra total”.
De todos modos, no todos los caminos estan cerrado. Antes de dejar su gira por Oriente Medio, Pompeo remarcó: “Estados Unidos y sus aliados continúan enfocados en una solución pacífica a la crisis actual”.
Es algo ya característico de la administración Trump. Al comienzo de cualquier incidente, doméstico o internacional, va por todo. Luego, “los profesionales” de la administración de Washington tamizan las palabras de Trump ante las partes en conflicto.
A24.