Según un relevamiento, una alimentación desequilibrada es el principal factor de riesgo en enfermedades cardiovasculares, cánceres y diabetes de tipo 2.
Además, se destaca que el consumo de comida poco saludable, como bebidas azucaradas, carnes procesadas y sal, supera los niveles máximos aceptables en todos los países.
Sin embargo, los especialistas precisaron que “las muertes se asocian más con no comer suficientes alimentos saludables que con comer demasiados de los que son malos para la salud”.Mientras que la menor proporción de este tipo de fallecimientos se registró en Israel, Francia y España; Argentina figura en el puesto 62, después de Chile (35), Brasil (50) y Uruguay (51). Entre los que mayor cantidad de muertes de este tipo tuvieron, Uzbekistán (195), seguido de Afganistán (194), islas Marshall (192) y Papua Nueva Guinea (192).
De este análisis surge la importancia de generar políticas públicas en relación a la alimentación saludable para prevenir enfermedades. Los autores del estudio aseguran que sus hallazgos “subrayan la urgente necesidad de coordinar esfuerzos a nivel global para mejorar las dietas mediante la colaboración entre las diferentes secciones del sistema alimentario y nuevas políticas para impulsar dietas equilibradas”.Además de confirmar que “una dieta pobre es responsable de más muertes que ningún otro factor de riesgo”, ya que según los datos, en 2017, de las 11 millones de muertes atribuibles a una dieta inadecuada, unos 10 millones fueron por dolencias cardiovasculares; 913.000 por cáncer y 339.000 por diabetes de tipo 2.