jueves, mayo 2, 2024

Día Mundial contra el Cambio Climático, un mal que afecta al planeta

El cambio climático se refiere a los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos. Puede darse de forma natural, debido a variaciones en la actividad solar o erupciones volcánicas grandes. Sin embargo, desde el siglo XIX, las actividades humanas fueron el principal motor del cambio climático, debido principalmente a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas.

La quema de combustibles fósiles genera emisiones de gases de efecto invernadero que actúan como una manta que envuelve a la Tierra, atrayendo el calor del sol y elevando las temperaturas.

El 24 de octubre fue establecido por la ONU como el Día Internacional contra el Cambio Climático, con el objetivo de concientizar sobre los efectos de la crisis climática, así como tomar medidas que ayuden a disminuir el impacto de las actividades humanas que la provocan.

En este sentido, todas las personas podemos aportar gran parte con nuestras acciones para disminuir los efectos del cambio climático; utilizar fuentes de energía renovables como la solar, eólica, marina, geotérmica, entre otras, es una alternativa.

Los científicos dedicados a las cuestiones climáticas afirman que las personas somos responsables del calentamiento global de los últimos 200 años. Las actividades humanas generan gases de efecto invernadero que elevan la temperatura del planeta al ritmo más rápido de los 2000 años pasados.

Las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático son el dióxido de carbono y el metano, que proceden del uso de la gasolina para conducir un coche o del carbón para calentar un edificio, por ejemplo.

Por otro lado, el desmonte de tierras y bosques también puede liberar dióxido de carbono. La agricultura y las actividades relacionadas con el petróleo y el gas son fuentes importantes de emisiones de metano. La energía, la industria, el transporte, los edificios, la agricultura y el uso del suelo se encuentran entre los principales emisores.

Sequías intensas, escasez de agua, incendios graves, aumento del nivel del mar, inundaciones, deshielo de los polos, tormentas catastróficas y disminución de la biodiversidad, son solo algunas de las consecuencias del cambio climático.

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