Así lo informó el Ministerio de Salud de la Nación a partir de la recomendación de una comisión técnica asesora; será para la población de entre 15 y 39 años, según se irá definiendo con las jurisdicciones.
El país incorporará la vacuna contra el dengue a un plan de trabajo con las provincias para evitar una epidemia por tercer año consecutivo y con la magnitud que alcanzó la de esta temporada. La decisión la dio a conocer en las últimas horas el Ministerio de Salud de la Nación luego de que la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain) llegara a una recomendación a partir de nuevos datos relevados en los últimos meses.
La vacunación será focalizada en las zonas endémicas del país con alta circulación viral, como las provincias del norte del país, y será apenas una herramienta más de un conjunto de medidas que, aunque son conocidas, los más de 400.000 casos y los 301 fallecidos oficializados hasta ahora en la mayor epidemia de los últimos 15 años demuestran que no se pusieron en práctica a pesar de las señales de alarma que se activaron durante el año pasado.
Esas medidas incluyen desde reducir la presencia del mosquito vector con la eliminación de reservorios en los domicilios y el espacio público durante los próximos meses hasta la detección más rápida de nuevos casos para intervenir a tiempo en los domicilios y eliminar el mosquito vector, además del diagnóstico adecuado y la atención oportuna para disminuir formas grave de la enfermedad.
Para eso, en las próximas semanas comenzarán las reuniones por regiones entre funcionarios de los ministerios de Salud de la Nación y las provincias antes del próximo encuentro de todos los ministros del país en el Consejo Federal de Salud (Cofesa).
“Necesitamos la colaboración muy fuerte de los gobiernos locales, tanto provinciales como municipales”, expresó el ministro de Salud, Mario Russo, al anticipar la Estrategia de Gestión Integrada para la Prevención y el Control del Dengue 2024-2025.
La vacunación es apenas un ítem de ese plan, en el que colabora la Organización Panamericana de la Salud (OPS), como en el resto de la región, donde las cifras de casos de dengue y chikungunya –infecciones que comparten el mosquito vector– terminaron por superar todas las proyecciones.